Daily Prophet

El mundo mágico parece no estar destinado a la paz en estos días. Todas las mañanas las noticias nos asombran, ya no por el niño que logró conjurar un patronus corpóreo con tan sólo diez años, ya no por el limpiavidrios que hace todo por usted sin que necesite supervisarlo, ya no por las hazañas de un heróico joven auror. No. Hoy las noticias que nos tocan leer y escribir –en nuestro caso- son cada vez más oscuras y atemorizantes.

Ayer, Benjy Fenwick, hábil auror en el que se apoyaba siempre el Ministerio de la Magia fue encontrado descuartizado en su residencia. No hay rastros de magia. No hay rastros de actividad muggle. No hay rastro de qué pasó anoche “¿Y el Ministerio?”, se preguntará usted –y lo bien que hace-, ha enmudecido.

El brutal asesinato parece haber acallado toda intención de arrogancia u opulencia del Sr. Ministro Nobby Leach, quien hace poco menos de una semana había dicho al Profeta que “ningún mago podría ser jamás una amenaza para este Ministerio, que hoy se muestra como el más fuerte que jamás hemos tenido”.
Pese al nulo testimonio que hemos obtenido, a partir de hoy el Ministerio ha comenzado a distribuir tímidamente al público algunos panfletos con consejos domésticos para aumentar su protección. Además, ha subido el nivel de alerta de grado “Tranquilo” a “Precaución”.

Fuera del ámbito oficial, los rumores que sugieren que los casos de muggles asesinados en formas iguales o más crueles están relacionados con el de Fenwick, crecen. Algunos se aventuran a ponerle un nombre al autor de dichos ataques, “mortífagos”, dicen. Hasta el momento no hay pruebas de nada, pero lo cierto es que el nombre “mortífago” comienza a sonar cada día un poco más.

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